El proyecto se sitúa en el número 28 de la calle Sorní de Valencia, en un pequeño local esquinero dentro del primer ensanche, con fincas de un alto valor histórico y compositivo.
Debido a las pequeñas dimensiones del bajo, trabajamos de una manera notable la distribución, para que sea lo más funcional posible, así como mantener espacios propios y atractivos. Situamos en la parte interior aseos y cocina, trabajando con las dimensiones minimas, dejando el exterior y escaparates a la zona publica y mostrador, convirtiéndose en un foco de atención hacia los viandantes.
El interior se trabaja de una manera particular, generando ambientes domesticos y familiares, a través de la utilización de materiales cálidos como la madera, y un mobliario artesanal, que recuerda de algúna manera un hogar.
En los huecos exteriores se colocan unos marcos de madera que enfatizan las perforaciones y protegen las carpinterías exterior, que a su vez, respetan la composición de fachada de la finca y acentuan su aspecto señorial.