Se diseña un concepto racional con un atractivo manejo de materiales y texturas, siempre primando la línea recta y continua acentuada con tonos pasteles y grises haciendo juego con el cielo azul predominante de la ciudad de Barranquilla. Prevalecieron las directrices comerciales y un margen óptimo en el metro cuadrado vendible, desarrollando un proyecto de estas características en un predio de 600 metros cuadrados.