Y desde que apareció el ascensor, pues el principal dejo de
serlo. Los señores de la casa dejaron de preocuparse por sus articulaciones y
decidieron alejarse del ruido de la calle para ganar en vistas. Desde entonces,
los áticos que antes se reservaban para los empleados del hogar y los
servicios, comenzaron a recibir mimo decorativo y a ganar en diseño espacial para
recibir entonces a los dueños y a sus invitados. Desde entonces, podemos
encontrar áticos con vocación y méritos para ser considerados la verdadera
planta principal de la finca y desde entonces podemos decir que a veces,
tenerlo todo, sí que es posible.
Si adicionalmente contamos con un ático planteado a dos niveles,
con 500m2 interiores y 250m2 repartidos en 3 generosas terrazas, podemos decir
entonces que la cuadratura del círculo ha sido conseguida. Un espacio que
permite reconciliar el confort, el hedonismo y las dimensiones del standard
americano con un nivel de detalle y estilismo europeo: clásico y a la vez
contemporáneo, sofisticado y ecléctico; a veces colonial y masculino, a ratos femenino
y provenzal. Un proyecto de restauración y adaptación de una vivienda regia que
sin renunciar al esplendor auténtico de sus elementos arquitectónicos
originales, ha sabido incorporar la personalidad de cada unos de sus
habitantes, tematizando entonces de manera sutil y siempre armoniosa cada
estancia en función de su uso, de las aficiones de sus futuros habitantes, de sus
rutinas, de su estilo de vida y de sus sueños.