Los materiales naturales están vivos e interactúan con su entorno; la guadua, la tierra, la madera y la piedra respiran e intercambian humedad con su entorno, y con ella diferentes partículas benéficas para nuestra salud; diferente de las construcciones modernas que liberan vapores tóxicos al verse expuestas al ambiente (lluvia, calor, viento) o sencillamente por su deterioro natural.