Recibir visitas es una tradición hermosa que todos seguimos en Navidad. La oportunidad de volver a reunirnos con las personas que nos importan significan también una oportunidad para darles una nueva impresión sobre nosotros, y sabemos que quisieras preparar para ellos las mejores recetas tener las mejores habitaciones y la decoración más hermosa para poder recibirlos con los brazos y las puertas abiertas.
Pero, algunas veces cometemos errores pequeños, o simplemente nos olvidamos de revisar algunas cosas que damos por sentadas, y después tenemos accidentes que pudimos haber prevenido. Y para ayudarte a no quedar mal con tus visitas, hemos reunido algunos de los errores más comunes, que puedes prevenir.
A nadie le gusta estar sentado en un banco duro, o sin respaldo durante mucho tiempo. Así que, procura adaptar tus sillas y sillones complementándolas con cojines o esponjas que los hagan más cómodas. Y de ser posible, añade también algunos textiles o frazadas para hacerlos más calientitos.
Algunas veces, con la prisa no limpiamos a profundidad, y los olores se van produciendo, principalmente en los espacios que están constantemente expuestos a la humedad, como en el baño o la cocina. Por eso, te recomendamos utilizar un desinfectante para limpiar, y recuerda cambiar con frecuencia las toallas para secar manos, los limpiadores de la cocina, y colocar protección en las coladeras para evitar que tu hogar se llene de malos olores.
Antes de recibir a tus visitas, asegúrate de que tus focos tienen todavía vida útil. Si hay alguna recámara en la que la luz es demasiado tenue, procura instalar un foco de mayor voltaje. Y recuerda que, para los espacios privados como la recámara, se recomienda utilizar luces ámbar, y las luces blancas son mejores para los espacios comunes.
La fachada será la primera bienvenida que darás a tus invitados, así que procura que tenga una apariencia cálida, feliz y de buen gusto. Revisa que los focos de la entrada funcionen, que tus luces y decoraciones estén firmemente sujetadas a las paredes, a nadie le gustaría entrar y recibir una esfera en la cabeza.
Uno de los momentos más incómodos es cuando estas sirviendo la cena de Navidad, y de pronto te das cuenta que ya no tienes más platos para tus invitados. Y horror, algunos terminarán comiendo en platos de plástico, o carne en platos hondos. Así que, antes de recibirlos, procura preguntar cuántos invitados vas a recibir, y procura tener un par, o más, de platos extra. Recuerda que es mejor tener más que menos.
El tiempo va consumiendo la vida de nuestros muebles, y algunas veces las cortinas, o los cojines comienzan a tener hilos sueltos o a presentar rasgaduras, y los muebles de madera se van llenando de rayones o cortes que sin querer provocamos. Así que, antes de recibir a tus visitas dedica un fin de semana a sustituir las alfombras, o cojines rotos y de ser necesario coloca una funda o un nuevo tapizado a tus sillones para ocultar las manchas.
No todos tenemos los mismos hábitos para dormir y, aunque para ti la iluminación de las recámaras esté perfecta, tal vez alguien necesita más o menos luz para poder descansar. La solución a esto es sencilla, agrega lámparas de noche, o de pared en las habitaciones y procura utilizar cortinas que sean de dos o más capas. Con esto todos podrán regular la iluminación de su recámara dependiendo de sus gustos y necesidades.
Los vidrios son hermosos cuando están blancos y relucientes, pero algunas veces se van manchando de sarro con el tiempo, o las salpicaduras que sedan impresas en ellos. Es por eso que, debes limpiarlos de manera constante, principalmente si están ubicados en baños o cocinas, para evitar que se vuelvan opacos.
A veces pensamos que no es necesario limpiar todos los rincones, en cualquier caso es casi imposible que alguien vaya a echar un vistazo en el anaquel que está en la esquina, rozando el techo. Pero no sabemos las eventualidades que podamos tener, y lo mejor es limpiar a profundidad cada rincón de nuestro hogar, y ordenar las cosas para dar la mejor impresión.
Nuestra cocina se convertirá en el corazón de las reuniones, y probablemente más de una persona quiera ayudarnos para preparar las cosas, así que procura tener en orden todos tus cajones y alacenas, para ayudarte a saber bien dónde está cada cosa, y trabajar más rápido, y para evitar la pena de que alguien abra un cajón y una lluvia de objetos caiga sobre ella.
Las cortinas también guardan polvo, y al estar expuestas mucho tiempo a la luz del sol suelen volverse opacas y sus colores cambian. Y para que tus invitados se sientan más atendidos, procura cambiar las cortinas de sus cuartos por unas que estén limpias, y más presentables.
Podría sonar extraño pero, antes de que lleguen tus invitados, procura sentarte en cada banco y silla, y probar todas las mesas de la casa para revisar si se tambalean. Algunas veces solo es cuestión de apretar algunos tornillos, o acomodar un clavo. Pero ese pequeño detalle puede evitar accidentes y hasta desastres.
Y si quieres dar una excelente impresión, también te dejamos estos consejos que dejarán a tus invitados con la boca abierta.