Una casa ecológica de madera y piedra en los Pirineos

Marisa Alcore Marisa Alcore
Casa Rústica en el Pirineo catalán, Canexel Canexel Casas de estilo rústico
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Camrose está construida en un el Prepirineo gerundense como segunda residencia de una familia amante de la naturaleza. La empresa española Canexel es la autora de este proyecto, donde se ha procurado integrar de la mejor manera posible esta pieza de arquitectura en un fabuloso enclave montañoso. Desde 1996, Canexel se dedica a construir casas de estilo canadiense a medida de las necesidades de sus clientes y de su lugar de emplazamiento. Además de su belleza, estas casas presentan otras muchas ventajas: su precio es cerrado, se ejecutan en un periodo de 5-6 meses, están personalizadas y, sobre todo, son casas ecológicas y respetan el medio ambiente. Sus sistemas constructivos les aportan una alta eficiencia energética, alcanzando incluso en algunos casos hasta un 60% de ahorro frente a una construcción normal. 

La que recorremos en este libro de ideas cumple estos requisitos, y además, incluye un diseño de vanguardia que saca el máximo provecho tanto al exterior como al interior.  

El exterior

En un privilegiado terreno en un entorno montañoso se eleva Camrose con un estilo que busca fusionar lo rural con lo moderno. Se asienta sobre una parcela que a modo de balcón se abre a un fabuloso valle. Para conseguir esta planicie se emplearon muros de rocalla que sostuvieran el terreno. Su geometría, estrecha y alargada, condicionó la forma de esta casa, que se despliega mayoritariamente en planta baja a través de diferentes volúmenes. Sin embargo, los 283 metros cuadrados de superficie se dividen en tres alturas distintas, en las que se incluye un pequeño sótano empleado como bodega. Hasta el punto donde nos encontramos se puede acceder con coche, que podemos aparcar en el volumen situado a la izquierda. La puerta principal, sin embargo, se sitúa en el punto en el que el garaje se une al siguiente volumen. 

Los materiales

Desde cualquier punto exterior se hace más que evidente que la madera es el material principal de la vivienda. Con diferentes aplicaciones, tarimas, estructuras o fachadas, se combina con piedra,  empleada en algunos muros. Los tejados son inclinados y de teja, siguiendo el estilo impuesto por el lugar. La fachada que vemos en la imagen se diseña con múltiples huecos acristalados aprovechando su óptima orientación a sur, y la grandiosidad del paisaje a la que se enfrenta. Como no podía ser de otra manera, la parte de la casa que se sitúa tras ella es el salón, cuyos usuarios pueden abrir a esta pequeña zona ajardinada. 

La cocina

Saltamos al interior y descubrimos en primer lugar la cocina. La encontramos junto al salón, en una habitación separada con vistas al exterior. Además de la ventana, una puerta conduce con un pequeño porche, que puede emplearse como zona de estar o comedor cuando hace buen tiempo. Su diseño, en un punto intermedio entre lo rústico y lo vanguardista, se llena de luminosidad gracias al uso de los colores claros. La madera, también protagonista dentro, llena de calidez a esta funcional cocina equipada con un pequeña zona de comedor. Pero, ¿qué encontramos en el resto de habitaciones? Lo descubrimos. 

El gran salón

El gran volumen central de fachada acristalada es donde tiene lugar el salón. Se trata de una estancia amplia, luminosa. Es diáfana, y en ella ocurren diferentes cosas. Encontramos una pequeña zona de estar vinculada a una chimenea, un zona de comedor con inmejorables vistas e incluso una zona de biblioteca en la parte más interior. Los altos techos de madera cubren de un manto cálido este gran espacio de aire rústico y señorial. Se ha procurado amueblar la vivienda con muebles sencillos, de manera que el espacio tome el principal protagonismo. 

La doble altura

Media vuelta y el espacio se percibe de una manera diferente. Desde esta perspectiva la gran altura de los techos es más que evidente: el salón se encuentra en un espacio en doble altura. Junto a la biblioteca, al fondo de esta imagen, se encuentra la escalera que nos da acceso a la primera planta. 

La chimenea se integra en un muro de piedra, que además sirve como de elemento para compartimentar el espacio. 

Desde arriba

Antes de descubrir una de las zonas más íntimas subimos las escaleras y nos asomamos a la doble altura del salón. Próximos al techo de madera podemos contemplar la inmensidad del espacio. Las grandes ventanas de la fachada inundan de luz todo el interior, hasta en la parte más alta. La pasarela en la que nos encontramos no solo nos conduce a las estancias situadas en este nivel, sino también se concibe como un pequeño balcón interior en la vivienda. Arriba, a través de un pasillo podemos acceder a dos dormitorios, una zona de estudio y un cuarto de baño, que junto al dormitorio de planta y aseo de planta baja completan el programa de la casa. 

El dormitorio principal

El dormitorio principal se encuentra en planta baja y a través de un gran hueco de vidrio se abre al exterior. No solo visualmente, ya que estas puertas correderas dan acceso al porche que mencionábamos antes. Además de la zona para dormir, esta habitación se completa con un cuarto de baño y una zona de vestidor. Su estilo, similar al de resto de estancias, emplea el blanco y la madera para construir su paisaje interior. 

Aquí finaliza nuestro recorrido por este cálido chalet de madera y piedra. Si te has quedado con ganas de más, no dudes en echarle un vistazo a: 

homify 360°: una casa de madera a orillas del Báltico

La reforma en madera de un chalet en El Escorial

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