Una pequeña reforma con mucho lujo

El dormitorio principal de esta vivienda de 90 metros cuadrados en La Moraleja era de lo más convencional. Incluía un cuarto de baño, situado al principio de la estancia, dejando el dormitorio al fondo, junto a la ventana, y accediendo a él a través de un pasillo. Pero el propietario quería darle un toque especial que convirtiera su sencillo dormitorio en una habitación elegante y glamurosa. 

La idea principal consistió en integrar el cuarto de baño en el dormitorio, eliminando los tabiques existentes y convirtiéndolos en paredes de vidrio traslúcido. De esta forma el cuarto de baño, que carecía de iluminación natural, se nutre tras la reforma de la luz que entra por la ventana de la habitación. Además se aprovecha mejor el antiguo pasillo, creando una zona de vestidor repleto de armarios.

Volviendo al cuarto de baño, este se concibe ahora en tres partes. La primera es el cubro de vidrio que vemos en la fotografía y en el que se ha colocado una impresionante ducha, que ha sustituido a la vieja bañera. La ducha cuenta con un rociador en el techo, para hacer más placentero el momento del baño. La segunda parte es la del tocador, cuyo espacio está totalmente abierto al resto del dormitorio. Para ver la tercera parte, echamos antes un vistazo al estado inicial del cuarto de baño. 

La tercera zona del cuarto de baño, la que ocupa el váter, estaba separada del resto por una puerta de vidrio que no llegaba hasta el techo, con lo cual no aislaba de malos olores y, al ser transparente, tampoco proporcionaba ningún tipo de intimidad. La puerta, además, era abatible, con lo que restaba espacio y movilidad.

Tras la reforma, un vidrio translúcido similar al del cubo donde se ubica la ducha, cierra la zona donde se encuentra el váter. No se trata de una mera separación visual, sino también física, puesto que la puerta, que ahora es corredera, aísla correctamente, evitando que los malos olores se filtren al dormitorio. 

Aunque el gran cambio de esta reforma lo sufrió el dormitorio principal, no podemos evitar echar un vistazo al resto de la vivienda, en la que se hicieron ligeras modificaciones, mejorando revestimientos, ocultando registros eléctricos o sustituyéndolos por otros más modernos, acorde con el estilo de la vivienda. 

Si en el dormitorio se buscaba crear un espacio abierto, en la zona del día no falta tampoco el open concept, que ha creado un espacio diáfano donde cocina, comedor y salón se intercomunican entre sí. El suelo de piedra, que ya veíamos en el dormitorio, es una constante del piso y uno de los elementos que ayuda a crear un ambiente lujoso y elegante, junto con el diseño de los muebles: una mesa de vidrio con patas en espejo y mesas con un moderno toque barroco. 

Esta vivienda pasante cuenta con amplios ventanales que han sabido aprovechar, no solo al reducir los tabiques para crear espacios lo más diáfanos posibles, sino que además han elegido una decoración que no resta ni un ápice de luz a su interior: sofás en crema, paredes enlucidas en blanco y cortinas que huyen de textiles pesados para ser apenas una suave lámina translúcida que deja pasar la luz. 

El uso del pavimento de piedra y el exceso de blanco a veces puede traer como consecuencia interiores fríos y asépticos. Para evitarlo, aquí han echado mano de la decoración en las paredes, con cuadros por toda la casa. En este rincón de lectura, la madera que se muestra en la imagen que cuelga de la pared consigue darle el aire cálido que siempre acompaña a este material. Además, las montañas de libros, colocadas en estas originales estanterías, le dan un aire acogedor y agradable al espacio. 

Hasta aquí nuestro recorrido por este piso de La Moraleja. Si quieres leer más sobre decoración de lujo no te pierdas el artículo Decoración de lujo: el salón de un diseñador.