¿Qué pavimento pongo en mi salón?

Marisa Alcore Marisa Alcore
Villa G, innenarchitektur-rathke innenarchitektur-rathke Salas de estilo clásico
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El salón supone el centro neurálgico de nuestras viviendas. En ellos disfrutamos de agradables tardes con amigos, emocionantes noches de cine o, simplemente, de horas con la familia. Por esto, nuestros salones han de ser estancias cálidas y acogedoras. El pavimento de estas estancias juega un papel crucial en la atmósfera que ellos se crea, pero además deben de cumplir unas determinadas exigencias: deben ser fáciles de limpiar y cuidar, resistentes y bellos. 

Con este artículo, queremos proporcionar una pequeña guía para ayudarnos en esta decisión.

¿Parqué o laminado?

El parqué y los suelos laminados se encuentran encabezando la lista de los pavimentos más populares empleados en el salón, pero ¿en qué consisten? Se trata de un sistema compusto por módulos longitudinales, que hoy en día pueden fijarse mecánicamente tan sólo con un movimiento. Estas piezas se disponen unas junto a otras, dejando una mínima separación entre ellas.  A simple vista, el suelo laminado es muy similar al parqué. Sin embargo, éste se construye a partir de un aglomerado de madera o cartón en piezas que imitan los modulos longitudinales del parqué. 

Los pavimentos de parqué, gracias a la madera, son suelos de alta calidad y robustez. En comparación con el suelo laminado, éste es más duradero debido a que este puede pulirse y repararse, devolviéndole su aspecto original. En contraposición, los suelos laminados son más económicos y, por lo tanto, es la opción escogida en muchos hogares.

Ambos suelos tienen fácil mantenimiento, pero necesitan ser limpiados con precaución para no dañarlos con productos químicos no óptimos para este tipo de pavimentos. Por otra parte, hay que tener especial cuidado con el agua, ya que las propiedades de la madera pueden hacer que estos aumenten su volumen. 

Tablas de madera en la sala de estar

En los edificios más antiguos, podemos encontrar pavimentos construidos por tablones de madera rústica. Generalmente, estos se clavan mecánicamente al forjado o a una capa de hormigón. 

Aparte de la belleza de estos pavimentos, la madera presenta otra ventaja: aparte de su calidez, mantiene adecuadamente el calor. 

Una alfombra para llenar de calidez nuestro suelo

Si existe un pavimento preferido en los países fríos de Europa, éste no es otro que la moqueta y su versión reemplazable: las alfombras. Las ventajas son evidentes: son suaves, cálidos y convierten cualquier estancia en un lugar acogedror. Además, absorven el sonido de impacto, por lo que son buenos aislantes frente al ruido. De diferentes tamaños, colores y texturas: existen alfombras para todos los gustos.

Incluso para las personas alérgicas, las alfombras tienen una ventaja significativa: el polvo se adhiere a éstas y no se agita libremente por las estancias. Por el contrario, las alfombras necesitan ser limpiadas con regularidad. Para ello: es necesario pasar la aspiradora a menudo para liberar a la alfombra de ácaros. 

Piedra natural

homify Salas de estilo clásico

La piedra natural siempre ha sido un material empleado para estancias elegantes y sofisticadas. Además, se pueden crear diferentes geometrías y dibujos. Pero no todo son ventajas, este pavimento resulta ser muy frío y, además, hay que tener especial cuidado con los productos de limpieza que empleemos para no dañarlo. 

Piedra natural II

Otro estilo diferente pero con mismo material: en este caso las piezas de pavimento se disponen si generar ningún mosaico en el suelo, sólo una fina junta delimita los diferentes módulos. 

Si nos decantamos por la piedra natural para nuestro pavimento, podemos considerar una instalación de calefacción por suelo radiante. Este tipo de calefacción funciona a la perfección por la conductividad de la piedra y, además, combatirá el frío. Por otra parte, este pavimento tiene alta dureza y resistencia. 

Pavimentos contínuos de cemento

Esta última opción, empleada generalmente en usos industriales, supone una alternativa para los tradicionales pavimentos domésticos. Hablamos de pavimentos de cementos o resinas. El material se extiende sobre una capa de hormigón nivelante y no requiere de juntas. Con infinidad de colores y acabados, estos pavimentos son altamente resistentes y de fácil mantenimiento. 

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