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En este libro de ideas te presentamos un proyecto holandés ¡muy especial! El encargado de esta maravilla, es el estudio Architectenbureau Prent Bv, especializado en restauración y reutilización de edificios de patrimonio cultural en lugares inhóspitos, por lo que, sus trabajos tienen un enfoque diferente al de muchos otros estudios de la misma ocupación. El proyecto es, una vieja y abandonada fábrica que ha sido transformada en una moderna y fabulosa casa equipada con todo lo que se necesita para vivir ¡hasta con cuarto de juegos! ¡Vamos a descubrir paso a paso esta espectacular reconversión en medio del campo!.
Este gran edificio era utilizado como almacén de barriles hasta el 2014, año en el que se interrumpió su actividad. A partir de entonces, el edificio cayó en desuso, y su nulo mantenimiento le llevó al estado que podemos ver en esta imagen. De proporciones gigantes y aspecto industrial, la gran construcción reclamaba ser reparada, tanto exterior como interiormente. Antiguamente, una fábrica de cerveza se encontraba adosada a esta fachada trasera, donde, si observamos bien, aún son visibles las huellas de los forjados demolidos.
La parte de atrás de la imagen anterior se convirtió en la fachada principal de la ahora finca campetres, Su exterior aún mantiene las formas y características de lo que era antes: los muros fueron reparados y enlucidos de blanco, dándole al edificio una imagen más amable y acogedora. Debido a la falta de huecos, se abrieron nuevas ventanas de diferentes proporciones y formas, de manera que el espacio interior estuviera lo más iluminado posible.
Todo lo contrario de como ocurre en muchos proyectos, aquí la antigua fachada principal, no quedó como tal, sino que pasó a ser la trasera de la nueva finca. Aquí la vemos en su antiguo estado. Observamos una puerta azul que era el acceso de los los trabajadores a la fábrica ¿qué pasará con ella?
¡La puerta azul sigue siendo la misma! Y de hecho, es el único elemento que rompe la simetría de este plano. Ahora, como fachada trasera, esta parte de la casa se enlució con el mismo acabado que la fachada anterior, de manera que exteriormente el edificio tuviera un aspecto lo más uniforme posible: se mantuvo la geometría de los antiguos huecos, y se abrieron nuevos, completando la hilera de arriba.
El interior de esta antigua fábrica se caracterizaba por estar muy dividido: habitaciones poco iluminados y de baja altura. Estaban adecuados a su uso anterior, sin embargo, poco tenían de habitables. Las vigas de acero, que eran parte de la estructura del edificio, como veremos más adelante, se sacaron a relucir.
Durante la rehabilitación del inmueble, se optó por eliminar las divisiones interiores, eliminar los antiguos revestimientos interiores y desnudar la fábrica, manteniendo únicamente la propia arquitectura del lugar: el edificio pasó a tener únicamente dos plantas de altos techos, que gracias a la ausencia de tabiques se podrá disfrutar de gran cantidad de luz natural en el interior.
Se organizó el espacio bajo un concepto abierto, tipo loft, donde todos los usos convivieran sin estar separados por tabiques. Juntos, pero no revueltos, ya que son las propias piezas de mobiliario las encargadas de ordenar el interior de esta casa. El color blanco también pintó los muros interiores, en contraste con el color negro empleado para remarcar los diferentes elementos arquitectónicos, como las ventanas o las vigas. Los muebles son los encargados de añadir un toque de calidez a este escenario industrial.
Parte del antiguo forjado se mantuvo, de manera que se creó un entrepiso, a modo de palco. La casa ahora goza de espacios de diferentes escalas, ofreciendo a sus habitantes sensaciones de distintas magnitudes.
El baño de la recámara es amplio, elegante y muy luminoso. Su diseño sigue las mismas normas que los demás espacios de la casa: blanco y negro para la arquiectura, y un aire generalizado de estilo industrial.
Para comunicar los diferentes niveles de la casa se construyó esta escalera. Construida en madera y con barandal transparente, este espacio de la casa parece comunicar con el infinito creando un efecto visual muy atractivo. Es cálida y diferente, sin duda, ascender o descender por ella ¡se convierte en algo más que subir o bajar escalones!
Una de las habitaciones, la recámara infantil, te la mostramos en la imagen: ¡muy colorida! Los techos son altos y las vigas de madera le dan un aire especial. La pared de ladrillo pintado de color gris aumenta el nivel de contraste y nos recuerda lo que era anteriormente…
Por último, te mostramos lo que se construyó en el último piso: ¡una habitación de usos múltiples! Aquí, además poder hacer ejercicio, se puede jugar al billar, ver televisión y disfrutar de la vista del campo. ¡Fantástico!
Si te ha gustado este proyecto, te recomendamos que le eches un vistazo a: Antes y después: de horroroso palomar a moderno loft
