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Muchas de las especias son mucho más sabrosas cuando se utilizan frescas en lugar de desecadas. Sólo hay que acercarse un poco a oler el ramo de estas hierbas para darnos cuenta de que su potencial aromático es mayor cuando están frescas. Pero no siempre las encontramos, o son caras, o se nos acaban poniendo malas porque no utilizamos tanta cantidad. Una buena solución para todo esto es plantar tus propias hierbas y especias.
No hace falta que tengas un terreno, ni siquiera una gran terraza, con tener una ventana soleada es suficiente. Las especias y hierbas aromáticas son plantas muy decorativas que perfuman la habitación en la que estén, un buen motivo por el que plantar tus propias especias. Desde homify te animamos a que así lo hagas con este artículo y disfrutes cultivando en tu propia casa ese toque especial que sólo tú sabes darle a tus recetas favoritas.
Como te decíamos al principio, la lista de especias que podemos plantar entre las paredes de nuestra cocina es muy frondosa. Las más populares que la encabezan son, por ejemplo, la albahaca, el eneldo, el estragón, el orégano, el berro, el perejil, el cilantro, el romero, el cebollino, el tomillo, el estragón y la hierba luisa. Todas fáciles de cultivar y también de mantener.
Podemos comprar las semillas por separado o bien adquirir las especies ya plantadas en cualquier centro de jardinería. Si nos decantamos por estas últimas, es aconsejable replantarlas tras la compra para dotarles de más espacio para que crezcan. Por otra parte, hemos de tener especial cuidado en elegir la más verde y de aspecto más fresco. Las hojas secas y los tallos marrones no son buena señal.
Probablemente todos nosotros hemos plantado lentejas en algodón húmedo. Esto también funciona con este tipo de plantas. Simplemente tenemos que asegurarnos de que el algodón se encuentra húmedo siempre y de que la planta reciba luz solar. Una vez nacidos los primeros brotes, necesitaremos transplantarla a una maceta con tierra para que ésta crezcan mejor.
Plantando cada planta en su propia maceta tendrás flexibilidad a la hora de cambiarlas de sitio o colocarlas como más te gusten estéticamente. Cuando haga mucho calor las puedes cambiar de sitio, cuando haga buen tiempo las puedes sacar a la repisa, etc. Una de las ventajas de plantar en macetitas es que te crecerán menos malas hierbas y podrás ir controlando el tamaño de tus plantas, podándolas cuando sea necesario, o trasplantándolas a macetas más grandes si quieres que se hagan bien grandes.
En primer lugar, cuanta más luz reciban nuestras plantas, mejor. A las hierbas de origen mediterráneo les conviene recibir el sol directo, mientras que especies nativas como el perejil y el cebollino podemos plantarlas sin luz. Éstas últimas, al contrario de las mediterráneas, necesitan ser regadas con mucha frecuencia. Además, podemos emplear algún fertilizante natural para aportar más nutrientes a la tierra de nuestras plantas.
Una vez plantadas, debemos esperar a que la planta presente una gran masa de hojas. Cuando las recojamos, tendremos que tener especial cuidado en recoger las hojas ya crecidas y no brotes recientes. De esta manera, nos aseguramos de que nuestra cosecha sea constante y siempre hayan hojas.
Puedes utilizar sistemas de macetas en disposición vertical. Como se trata de especies que no ocupan mucho espacio, aprovecha las paredes para colgar las macetas, despejando así la encimera y las mesas auxiliares, además obtendrás un bonito efecto decorativo al aprovechar el impacto natural que desprenden sus hojas verdes y frescas.
Si quieres saber algo más sobre las hierbas en tu cocina visita Cocinar con especias frescas de nuestra propia cosecha.
