Pieza común en grandes jardines y parques, la pérgola es un elemento arquitectónico que nos pone en contacto directo con el paisaje. Este tipo de construcciones sirve de refugio parcial contra el viento y la lluvia, y nos permite mantener un contacto vivo y dinámico con los espacios abiertos.
El término pérgola
se utilizó por primera vez en
1645 por John Evelyn después de una visita al claustro de la Trinidad en Roma. Luego,
en 1654, fue acuñado por el conde de Pembroke en Salisbury.
Las pérgolas tienen múltiples funciones. Una de las más populares es servir como cubierta para sombras y terrazas. A continuación compartimos algunos consejos y te mostramos algunos ejemplos que pueden inspirarte.
La ventilación adecuada de la pérgola es muy importante. Un truco es utilizar plantas trepadoras. Esta solución mejora el paso del aire a través de la estructura, garantiza sombra y estéticamente, en el jardín, funciona como un elemento continuo del paisaje.
La elección de la ubicación correcta es fundamental en el diseño de una pérgola. Por lo general se debe elegir un terreno regular, de manera que no se restringa el área de trabajo. Además se reducen los costos ya que no es necesario nivelar el terreno.
La pérgola también puede servir como una extensión de algún área de la casa. ¡Mirá la imagen! Aquí se emplea como una galería muy funcional.
Una pérgola se debe acoplar al espacio en el que se ubicará. No debe ser un elemento que sobresalga, su diseño tiene que ser funcional. Como vemos en imagen, una buena opción es aprovechar al máximo los rincones. De esa manera se optimiza el espacio.
A la hora de elegir el tipo de madera a utilizar tenés que prestar mucha atención al grado de resistencia que tiene el material. Entre los más utilizados se destacan alerce, nogal, castaño o incluso madera laminada.
Por supuesto, la madera no es la única solución para construir una pérgola. Con igual éxito se puede experimentar con soluciones en hierro o aluminio. En el mercado se pueden encontrar piezas del tipo modular que se pueden montar muy fácilmente.
En el diseño de una pérgola se debe tener en cuenta la estructura que se empleará. La elección puede variar entre formas redondas, cuadradas o rectangulares. Aunque también puedes inclinarte por soluciones más complejas.
Una vez montada, no hay que olvidar el mantenimiento con recubrimientos especiales para proteger la madera o hierro.
Finalmente, la pérgola puede añadir diferentes toques de estilo y decoración como plantas o muebles.
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