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Los arquitectos portugueses Rocha Leite Associates son los autores de este pequeño apartamento en pleno centro de la ciudad de Oporto. Una vivienda que ha sido reformada y convertida en un hogar acogedor y muy pero que muy práctico. Debido a que la vivienda contaba con muy poca superficie, aunque con muchos balcones y luz natural, los arquitectos tuvieron que idear varias soluciones para definir estancias sin recargar el espacio con exceso de muebles o particiones.
¿Queréis conocer sus trucos? Entonces no os perdáis este libro de ideas, en el que vamos a descubrir cómo estos diseñadores han conseguido amueblar y decorar este pequeño apartamento.
Este es el as que tenían guardado bajo la manga. Dentro del espacio que se ha convertido en dormitorio y en comedor a la vez, era necesario separar ambientes y crear zonas de intimidad sin tapar la luz que entra desde la calle por medio de los balcones. Por eso pensaron en ese volumen cúbico que se introduce como una caja extraña dentro de la habitación. De esta forma el dormitorio consigue su rincón y el comedor, una pared donde apoyarse. La lámpara que cuelga del techo es la encargada de definir la zona de comida.
A veces un simple gesto como este tiene el poder de definir todo un espacio.
Quizás podamos tomar prestada de Mies van der Rohe su famosísima frase menos es más
para describir este dormitorio. En él vemos lo mínimo, no hay exceso de mobiliario ni tampoco de decoración. Pero podemos decir que este espacio está completo, puesto que son los pequeños gestos los que consiguen una atmósfera especial. Como por ejemplo el uso del color azul en varios detalles: carpinterías, cojines o la decoración de la pared haciendo alusión a los típicos azulejos portugueses. También la elección de los muebles consigue que tengamos sensación de amplitud sin agobios, puesto que son piezas minimalistas, algunas de estilo escandinavo.
¡Qué gran idea! En apartamentos reducidos suele ser una buen opción decantarse por insertar la cocina en un nicho y generar un mueble que puede abrirse o cerrarse según lo estemos usando o no. Así lo podemos tapar y hacerlo casi invisible si estamos en el salón con invitados, o convertir todo el espacio en el centro neurálgico del cocinar si abrimos las puertas de par en par.
Lo mejor de todo es que esta zona se abre por medio de varias puertas a una galería que mira a un patio interior. De tal manera que podemos decir que la vivienda cuenta con una segunda fachada y un segundo balcón.
El espacio de la cocina, compartido con el comedor, es una sala de techos altos y mucha luz, puesto que se abre y mira sin miedos a una galería y un patio interior. Una galería que ha sido también reformada y tratada casi como si fuera exclusivamente de uso privado.
El salón, decorado con muebles sencillos y colores pastel, cuenta con un sofá-cama que da la opción de acoger a dos invitados más.
La escalera del edificio ha sido reformada consiguiendo un aspecto moderno sin perder el encanto de los cascos históricos portugueses. Las antiguas baldosas las seguimos viendo en el pavimento, pero es la madera la que cubre los peldaños, de tal forma que se crea la sensación de ir pisando una alfombra rígida.
La pared azul celeste contrasta con la madera y combina con este ambiente tan relajado y actual que hemos ido viendo en el resto de las imágenes.
¿Qué os ha parecido? Ha llegado el momento de abandonar el edificio y de contemplar la fachada. Una fachada revestida de preciosos azulejos amarillos que contrastan con las carpinterías oscuras de ventanas y balcones. En planta baja, un local llena la calle de vida y consigue que nuestros inquilinos no se aburran en ningún momento.
Para más ideas de decoración de pequeños apartamentos, no os perdáis: ’Amueblar un apartamento pequeño-7 ideas’
