Las puertas de garaje siempre tienen una presencia más señorial más que la de la entrada principal: es que su gran tamaño impacta, y no hablemos si se trata de esos grandes garajes que pueden alojar a dos o más coches en su interior.
La mayoría de las puertas se presentan en alternativas metálicas, como hierro o acero inoxidable, o en madera; aunque para los garajes interiores también se puede optar por el liviano y resistente PVC.
La tendencia es que estas puertas de garaje sean automatizadas, y pueden ser del tipo enrollable, con brazos extensibles, o que desplacen hacia un costado.