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En este libro de ideas hablaremos de las cocinas en L. Llamamos así a los cocinas que constan de dos áreas, divididas por un ángulo de 90°. Los diseñadores de cocinas utilizan mucho este tipo de distribución en plantas alargadas o en ambientes que necesitan un amplio espacio despejado como acceso, ya sean puertas corredizas al exterior o se trate de cocinas abiertas al comedor y otras áreas comunes.
Funciona para todos los tamaños, la distribución en L, pero es especialmente recomendable en cocinas angostas y entre pequeñas y medianas. Acompáñennos a conocer algunos ejemplos sensacionales.
Las cocinas con distribución en L, en especial cuando se trata de espacios alargados y angostos, de un tamaño limitado suelen ser las más prácticas para poder aprovechar de la mejor manera cada centímetro. En este caso se aprovechó el área más corta justo en el ángulo para incorporar un desayunador.
La distribución en L es ideal para una cocina-comedor. La forma de la cocina envuelve
la mesa del comedor, haciendo que las tareas como poner la mesa y retirar los platos sucios se hagan en un santiamén. Esto sólo puede hacerse si la cocina es lo suficientemente amplia para que la mesa del comedor no obstaculice el paso.
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En esta cocina que por lo angosto de su planta podría haber sido lineal, la península (isla que parte de la pared en uno de sus lados) creó el ángulo de 90° que le da la forma de L permitiéndole además incorporar las hornallas, el horno y una barra con espacio para 3 .
Como hemos visto, esta es una distribución ideal para cocinas más bien chicas. Esta distribución aprovecha las paredes y los ángulos que estas crean entre sí, dejando despejada la parte central, lo cual las hace muy cómodas para movernos a nuestras anchas. Para aprovechar mejor el espacio, recomendamos muebles modulares que vayan tanto bajo la mesada como en la parte superior de las paredes.
¿Saben lo que es el triángulo de trabajo? Es una expresión que utilizan los diseñadores de cocina que plantea una relación espacial cómoda entre 3 puntos claves para la funcionalidad de la cocina: el área de cocción (hornallas y horno), el área de lavado (la bacha) y el área de almacenaje (la heladera). Si todos estos elementos se encuentran cerca y accesibles entre sí, la cocina será mucho más funcional.
Las cocinas en L cuando tienen el espacio suficiente, son perfectas para incorporar una buena isla en el medio. La razón radica en que al usar dos paredes transversales para construir los muebles contra ellas, queda el medio de la cocina completamente despejado.
