Antes de andentrarnos en esta obra del estudio Ricardo Moreno arquitectos, nos preguntaremos que es la preservación en lo que a arquitectura se refiere. ¿Es lo mismo acaso hablar de conservación?, pues no. Conservar implicaría, mantener un edificio o hecho arquitectónico tal cual era, manteniendo desde su función hasta sus detalles, respetando la idea original para la cual fue concebida.
Preservar implicaría una idea superadora, se trata de mantener ciertas características de un edificio que lo hacen importante y que forman parte de la memoria y la identidad del mismo.
Este concepto de preservación es el que aplicaron en esta casa de San Pedro do Estoril. Los resultados están a la vista.
La historia de una ciudad esta escrita en las paredes de sus edificios y en la memoria colectiva de la gente que la habita.
Cada espacio, tiene sus historias, sus ocupantes, su propia presencia. Existe en esta obra un hecho construido previo, una antigua construcción a la que se decidió mantener a través de su caja muraria, de su piel. Todo el interior se vacía para volver a llenarse con un nuevo edificio que lleva consigo al historia del anterior.
Se producen entonces dos cosas, por un lado no se pierde la presencia del edificio anterior, pero a la vez se renueva a fin de poder contener las nuevas funciones, y se moderniza a través de la aparicion de nuevos usos para los cuales el edificio original no fue pensado. Un claro ejemplo de esto es la aparición de un volumen que contiene la cochera y que para diferenciarse de la estructura original utiliza un color que contrasta y permite a la vez separar sin perder el sentido de unidad.
Hacia el interior este mismo volumen mencionado anteriormente no solo se diferencia por color, sino por el uso de una piel muy distinta al resto de la construcción. Un revestimiento realizado en madera a listones horizontales le otorga al volumen un carácter moderno que contrasta con la construcción original.
Este volumen añadido a la vivienda original se replica en el diseño de nuevos programas que se acoplan a los que absorbe la vivienda original. Aparece en el fondo del patio un volumen que copia el lenguaje de piel de madera estableciendo un discurso moderno en su diseño. Un pileta los separa, y para completar esta idea de diseño moderno contrastante aparece una pérgola metálica que refuerza esta idea desde el lenguaje.
En el interior de la vivienda existente, la idea se centra sobre un contenedor armado con la caja muraria de ladrillos, que en su interior contiene en planta baja una serie de cajas de madera y en planta alta unos volúmenes blancos. Todos ellos parecen no tocarse entre si, a través del detalle se dejo una luz para dar la sensación de estar separados unos con otros y simular una lectura independiente de cada uno.
La planta superior se encuentra dividida en dos sectores. Ambas cajas (que contienen el área mas privada de la vivienda) se suspenden dentro del contenedor original y se separan entres si a través de un puente en la escalera, identificado con un color que contrasta claramente con los dos volúmenes que separa. La nueva cubierta se identifica con un cielorraso de madera que al igual que las demás piezas y parece despegarse del resto de los volúmenes.
Todos estos elementos: la piel de ladrillos de la caja contenedora, los volúmenes añadidos ante programas nuevos que el edificio no podía contener, las cajas interiores que no se tocan unas con otras y a la vez con el contenedor original, completan una composición que revitaliza al edificio original, le da vida nuevamente sin perder la identidad de la construcción y su historia.
Testigo de ello es un árbol que se encontraba entre las ruinas de la demolición y que parece florecer tranquilo junto a ella.
Si desean conocer mas acerca de este tipo de intervenciones no dejen de leer el siguiente articulo: el arte de transformar espacios