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Una silla para baño puede ser muy útil. Complementa la comodidad de ese espacio y es unos de los artículos para baño más buscados. En este libro reunimos varios ejemplos de silla de baño y te damos más de una docena de razones para que elijas este artículo cómodo para baño. Además compartimos algunas claves para una mejor ubicación e incluimos varios modelos diseñados por los profesionales de homify que pueden ir en una ducha o dónde sea más conveniente ¡Comenzamos!
Materiales para sillas, bancos y taburetes de baño
¿Cuál es el mejor material? Todo depende de la funcionalidad. Por ejemplo, si la silla para baño servirá como ayuda a la hora de bañarse, debe ser resistente al agua. Puede ser de plástico o metal. En caso de que sea con fines decorativos puedes elegir desde una silla sencilla a un sillón clásico.
Las sillas de baño pueden venir con un número variable de patas que se extienden hacia abajo desde el asiento, desde modelos que parecen una silla estándar con cuatro patas, hasta modelos que no tienen ninguna pata.
La mayoría de las sillas de baño tienen cuatro patas que se extienden hacia abajo desde el asiento, las cuales están diseñadas para descansar dentro de los límites de la ducha.
Al incluir una silla de baño puedes sumar espacio para sentarte pero a su vez se convierte en un objeto deco. Por eso es importante que siga el estilo de la decoración.
Si tu baño es pequeño, y solo quieres un toque de Zen puedes colocar un taburete rústico fabricado en madera. Pues este material aporta una sensación clásica de tranquilidad.
Si consideras que una silla de baño es demasiado para tu ducha decídete por un taburete que ocupa menos espacio. Si es de diseño simple y minimalista se verá mucho más acorde a la habitación.
¿Cuál es el mejor lugar para una silla de baño? Ya sea que tengas una ventana grande o pequeña en tu baño, aprovecha al máximo y coloca tu banco o silla debajo o cerca de ella. Crea un espacio personal en el que puedes sentarte y relajarte.
Y si deseas un toque de color, incluye un banco tapizado para agregar algo de personalidad que haga que la habitación se sienta elegante y con mucho carácter.
Una silla o un banco suma comodidad y atractivo a un baño a la vez que hará que la habitación cobre vida. También es como si estuvieras haciendo que el espacio tenga un toque más elegante y encantador.